(Mateo 9, 9-13)
Sígueme
Jesús le dijo a Mateo, sígueme y Mateo motivado por el llamado dejo en la mesa sus mentiras, sus injusticias, sus fraudes, sus estafas y embustes. Y una vez librado del peso de sus pecados siguió a Jesús. Era tanta la alegría por sentirse libre, de las cadenas que lo ataban a la mesa de la iniquidad, que le ofreció a Jesús un gran banquete.
Yo Cristiano católico, estoy dispuesto a dejar mis mentiras, mis injusticias, mis fraudes y mis embustes para poder seguirlo. Porque nadie puede seguir los pasos de Jesús, si esta atado a su maldad.
Si no te liberas de tus pecados, seguirás sentado en la mesa de recaudación, viendo como Jesús te dice: “Sígueme”. Pero tu permanecerás inmóvil atado a tu propia iniquidad.
Lázaro Peña Vásquez Pbro.